Soñé que estabas embarazada.
Que por eso te habías puesto así.
Que por eso te habías ido.
Porque veías ángeles en el cielo, aleteando en las nubes, pero que no podías soportar tener uno dentro tuyo, creciendo. Que más que una bendición, te pareció una maldición por todo esto del tiempo y de la lluvia, de la distancia y de los zapatos con plataforma.
Y por eso desapareciste.
Porque querías hacerlo sola, sin mi abrazándote toda la noche.
Porque querías un hijo, no dos.
Te equivocaste, eres terrible. Eso no se hace.
Yo te voy a querer más, mucho más. Aunque tengas miedo, aunque no se pueda, aunque no tenga cómo. Lo voy a hacer igual.
Porque no sabes lo que soñó el Pablo.