El otro día en un matinal observaba a una psicóloga infantil hablar sobre la navidad. Decía que era bueno un poquito de frustración en los niños.Un poquito nada más. Se refería a que a veces (una que otra vez…y, por ahí, quién sabe…) era bueno que los niños no recibieran en navidad todo lo que querían. Me imaginé a los padres preocupados que en ese momento estarían escuchando a esa psicóloga. Pensé en aquellos padres que se quedan en casa (porque a esa hora el trabajador “medio” trabaja) y anotan recetas de la TV o leen “Padres OK” para saber cómo criar a sus hijos, o se endeudan por todo un año para comprar los regalos de navidad que sus hijos “piden”(éjem, exigen)… son esos mismos padres que llenan a sus hijos de yoghurts con lactobacilos para mejorar sus defensas y de jabones “protex” que eliminan el %99,99 de las bacterias a las que se exponen día a día. ¿Alguien vio o leyó “La Guerra de los mundos”? Alguien habrá notado que al final lo único que nos salva del exterminio, a nosotros los pobres terrícolas, son los bichos?? Sí, esos bichos de los cuales protegemos a los niños haciéndolos vivir en un mundo completamente esterilizado. ¿Llegará un día en el que un niño confunda una hormiga con una araña pollito?. Los hijos de esos que protegen y sobreprotegen a sus retoños de todo… de TODO. De un mundo completo de adversidades donde la navidad es sólo un día al año y durante el resto no hay regalos de ningún tipo. De las burlas de sus compañeros. Quizás los hijos de estos padres no sabrán qué hacer ante una burla salvo pensar en el suicidio… Son niños a los que se les deformó la realidad cual comercial de televisión y se les hizo pensar que todo era más fácil y por lo mismo, lindo. Pero la belleza de las cosas no radica en la facilidad… la comodidad sostenida no trae más que un profundo aburrimiento. Esos niños, cuando sean adultos, quizás no van a recordar con nostalgia las navidades pasadas como un gran logro después de un año que se hizo eterno. No van a pensar en lo jodido que debe haber sido mantener a un cabro chico convencido de que el viejito pascuero existía, ni en lo agobiante de tener q regalar no lo que ellos habían pedido, sino lo que se podía regalar. No mirarán a sus padres con agradecimiento por todas las peripecias pasadas en navidad, apagón de luces y JoJoJo en la oscuridad incluídos. Porque para ellos va a ser algo tan natural…. y tan fácil… Sabrán ellos el sabor de la sorpresa al obtener no la Baby Bratz o el computador que pidieron, sino algo distinto, pero igual de entretenido? Ellos no van a estar familiarizados con el sabor de la frustración… esa frustración cotidiana de no tener siempre lo que se quiere… sin que eso signifique no obtener lo que se necesita. He visto personas que faltan al trabajo por un dolorcito de estómago, o colon irritable, personas que andan mal genio por tener un dolor de cabeza. He visto personas que se pegan en un dedo y dejan todo tirado, que se sacan malas notas y no son capaces de agarrar un libro sin que los estén obligando… y no puedo dejar de pensar en sus padres. Cuando tenga hijos espero que los que están cerca mío me avisen cuando me esté poniendo idiota y esté criando a un hijo incapaz de vivir y disfrutar el mundo tal cual es : …agridulce.