Send me dead flowers, every morning

Llama la atención el Senador Flores. ¿Qué es lo que pretende?, ¿salir de un partido político que ya no lo representa para formar otro que sí esté a la altura de su persona? Lindo, ah. Porque en vez de conciliar y resolver el problema de fondo que aqueja al partido (la corrupción, el uso de gastos reservados para financiar campañas políticas, por si se les ha olvidado) que ayudó a fundar, toma sus pilchas y se cambia a una oficina limpia, nueva, recién pintada, donde el aire acondicionado no huela a corrupción o cualquiera cochinada de lo que los aliancistas disparen contra de ellos.
Ok, de acuerdo, si estuviera en nuestras manos, creo que todos haríamos las maletas y nos iríamos a trabajar a un lugar que nos identifique más como personas. Pero la gran diferencia yace en que la gran mayoría de nosotros no somos “servidores públicos” o representantes de la comunidad elegidos a través de votación democrática-binominal (si me entienden lo que quiero decir).
¿Dónde queda la “vocación de servicio”? ¿Es efectiva la red de ayuda social y la “activa participación comunitaria” que desde hace tiempo viene impulsando el Senador Flores a través de internet? ¿Te representan, me representan, NOS representan?
Es cosa de pensar un poquito no más. Estén atentos, porque nuevamente parece que el debate y los editores (quién sabe si a propósito o no) se están tirando por las ramas antes que enfocarse en el tema de fondo, tal y como pasó en el caso Spiniak. Supongo que no es necesario que refresque la memoria dicho caso.
Ojo con pensar que “si se divide el PPD, se muere el perro y se acaba la rabia” corrupta radicada en la Concertación (suena cursi, ah). Eso no solucionará nada. Menos el inminente nacimiento de Chile Primero. Es cosa de pensar: ¿a quién representará?. Apuesto luca a que dejará las cosas tal como están, en un status quo veraniego que sólo responde a los intereses de los mismos protagonistas de siempre: Al victimizado señor S (que habla cuando le conviene, porque cuando recibía la plata lo más bien que se quedaba calladito) y al inmenso ego del honorable señor F.

P.d.: y si comparamos los partidos políticos con una familia, por ejemplo, yo ayudo a crearla, mis hijos nacen por obra mía, cuando ya no pueda controlarlos, cuando no me representen o manden alguna cagada, ¿puedo renunciar a ellos? ¿estará bien que los deje botados para formar una “nueva familia”…?