Estuve pensando en escribir largo y tendido sobre este tema. Incluso han pasado varias cosas que podrían haber servido. Conversaciones sobre valores y lo que necesitas para empezar, para mantenerte; para dar el paso, levantar la frente y crecer. Lamentablemente, tal vez nada de eso te sirva. No espero que lo hagas bien. De hecho, ni siquiera espero que lo hagas. La gente no cambia, ¿sabes?. Lo que cambian son otras cosas, esas que les dicen: acompañamientos, que son siempre elementos externos, como la plata.
Bueno, a lo que iba. Te felicito, weón. En serio y pucha, ojalá que sea una niñita, pa’ que te duela y para que cuando abra los ojos se de cuenta que cualquiera puede tener cabros chicos, pero que se requiere de un verdadero HOMBRE para ser PADRE. No como tú.