Cazabobos

Cada cierto tiempo, la agenda noticiosa que nos ofrecen los medios de comunicación converge hacia un tema que se nos presenta de manera tan trascendental e imprescindible que logra concicliar la atención de todo el público. Todo converge a él y hasta lo más increíble se vuelve realidad.
Casos muy volátiles como el de un partido de la Selección Nacional quedan chicos en antecedentes históricos, rendimientos individuales, etc. ante la contundencia de un tema de “interés nacional” como es el tema de las subvenciones escolares asignadas de dudosa manera por el Ministerio de Educación.
Pareciera que todo girara en torno a ese tema, tal y como si se tratara de una teleserie apasionante como esas viejotas de Moya Grau, siempre ocurre “algo” desconcertante que nos hace quitarle el ojo al balón por un momento y darle fuerte y abajo a la pelota, con el dedo roto, mandándola lejos, directo a la barra del equipo contrario. Con ustedes: el cazabobo, se los presento.
Es el elemento distractor que busca que la atención del público se centre en un otra cosa, cualquiera menos en la que estaba. ¿Para qué? Simplemente para bajarle el perfil al primer tema para no asesinarlo, sino que sólo para dejarlo agónico, tal como un perro atropellado o un gato envenenado. ¿La idea? Já. ¿Creen en los entes perversos y maquiavélicos?. Recuerden que fue Churchill el que dijo que en la política uno puede morir varias veces, pero en la vida, sólo una.
Entonces, ¿qué es lo que hace el Tribunal Constitucional?
Quisiera felicitar a la mente siniestra que propuso que el tema de la pastilla del día después, el dispositivo intrauterino de cobre y todos los valores de la anticoncepción volvieran al tapete. ¡Bravo!. Con esto lograron distraernos a todos tal y como antes nos distraían con los temas de Derechos Humanos y las acciones militares durante la dictadura.
Caímos, pisamos el palito. Hoy la ministra Provoste (un saludo para ella) espera tranquila sin que ninguna nueva yayita haya salido a la luz. Está bien. La mayor sorpresa sería que renunciara.
Nos sacan la madre y derrepente todos los dólares que iban a la subvención dejaron de estar en el inconsciente colectivo. Ya se esfumaron.
Embolinaron la perdiz con un dictamen sobre algo importante, ok. Pero, ¿no creen que van a encontrar una forma de revertirlo? De hecho, la presidenta Bachelet ya entregó la orden a sus Ministros para que buscaran una solución al tema. Bueno, entonces, ¿en qué quedamos? ¿Respetamos el dictamen?
Diez lucas a que esta medida queda en nada. Que todos vamos a poder tirar tranquilos pensando en que una fakin píldora va a poder salvarnos. No hay dictamen que cambie eso, ni medida que evite que la cabrita de quince folle hasta quedar embarazada de su pololo pokemón y finalmente todo este show de comentarios, páginas en los diarios, declaraciones de miembros de la iglesia, etc, etc se convierta en pura paja molida para que dejemos a Yasna en paz. Para que no pensemos que el gobierno la está puro cagando y en los millones y millones de las subvenciones que se nos olvidan rápido, demasiado rápido.
A todo esto, ¿cuántos millones eran?