Cuando deje de creer, será el fin.
Cuando deje de creer, habrás desaparecido.
Serás un recuerdo, primero doloroso
hasta que un día te convertirás en un sabor añejo y familiar,
inocente e inocuo… completamente inocuo.
Cuando te toque no me harás daño
y pensaré en lo hermoso que una vez fuiste.