Y ahora que tienes el pelo largo, sonríes. Ahora que por fin tapa tus pechos en silencio, miras la cámara orgullosa que el tiempo te haya bendecido con una cabellera ceniza y un corazón bañado por la más negra de las tintas.
Y ahora que tienes el pelo largo, sonríes. Ahora que por fin tapa tus pechos en silencio, miras la cámara orgullosa que el tiempo te haya bendecido con una cabellera ceniza y un corazón bañado por la más negra de las tintas.